Puede pensar que los niños no saben sobre el abuso que ocurre en su hogar… Los niños saben lo que está pasando. Ellos pueden sentirse desamparados, asustados y muchos piensan que la violencia es su culpa. Violencia en el hogar es peligroso para los niños. Niños viven con ruidos aterradores, gritos y golpes. Ellos tienen miedo por sus padres y por ellos mismos. Los niños se enojan y se sienten tristes de no poder detener el abuso. Si intentar evitar la pelea, el niño puede lesionarse. También, los niños pueden lesionarse por cosas arrojadas o armas que se usan. Se ven perjudicados solo al ver y escuchar la violencia. Los niños en hogares violentos también pueden no estar recibiendo la atención que necesitan y merecen. Los niños en estos hogares violentos pueden tener:
Problemas para dormir
Problemas en escuela
Miedo
Dificultades para llevarse bien con otros
Depresión
Baja autoestima
Estos problemas no desaparecen solos. Los niños no “crecen” de las cicatrices que sufren al vivir en un hogar violento. Los niños están traumatizados al presenciar violencia en su familia. Los niños en estos hogares tienen un alto riesgo de ser maltratados. Además, los efectos a largo plazo de presenciar tal violencia pueden crear un ciclo de abuso que abarca generaciones. Los hombres que son abusadores a menudo presenciaron el abuso de sus madres. Las mujeres que provienen de una familia abusiva son mas susceptibles al sufrimiento, salvo tolerar su propio abuso doméstico. Pueden creer que no hay nada que puedan hacer para salir de una relación abusiva. Tanto los hombres como las mujeres que vienen de hogares abusivos ven la violencia como algo normal. NO ES NORMAL. Incluso si un niño no sufre danos físicos, es probable que desarrolle problemas emocionales y de comportamiento.